
Hay momentos en que nos sentimos destrozados, mas realmente lo que estamos es, simplemente descolocados, y necesitamos que alguien nos ayude a reubicar todo en su sitio.
Otras veces nos sentimos pletóricos, y sin embargo lo que realmente necesitamos es que nos recoloquen porque quizá la euforia nos impide ver cómo realmente estamos y lo que verdaderamente somos, llegando a despreciar a quien en realidad quiere echarnos una mano.
Pero el verdadero problema es llegar a encontrar aquella mano amiga que en la dificultad nos brinde su cariño incondicional; esa mano que a veces ignoramos por no ser la que esperamos, por no darnos lo que queremos (que no siempre es lo que necesitamos) o simplemente, no llegamos a ver porque, quizá una pieza de nuestros ojos no está debidamente colocada o no miramos hacia donde realmente tendríamos que mirar.