
En esos momentos en los que casi la totalidad de los mortales parecen haber desaparecido de nuestro alrededor,
Si lo imposible es precisamente la razón por la que deberíamos hundirnos y rendirnos ante la fatalidad de nuestra propia condición; ahí es justo cuando la vida florece y las fuerzas recobran su vigor, y somos capaces de luchar contra las tempestades y nadar contracorriente.
No sé porqué pero, por más que miro esta imagen y la vuelvo a mirar, no puedo sino identificarme plenamente con ella.
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