viernes, 30 de enero de 2009

La Princesa y su Amado

Mis hijos son verdaderamente increíbles.
Mi hija Felicidad nunca dejará de sorprenderme con sus actitudes, reacciones, preguntas, reflexiones....
Hace unos días escribió un poema -el cual os transcribo más abajo para que lo disfrutéis como yo lo disfruto cuando lo leo-.
¿Cómo pudo ocurrírsele? -mi padre diría: "...puñetera niña..."-

Le digo a mi hija:
"lo más importante en nuestras vidas es aquéllo que vive dentro de nosotros y nunca desaparece",
a lo que me contesta:

"papá, esto es lo que siento cuando pienso en Dios".

Respuesta fascinante ¿no creéis?

O sea, hija mía, Dios te ha concedido la Gracia de conocerle, así como el don de interpretar en poesía la belleza y el amor que tu corazón y tu imaginación perciben.
Entonces ¡¡adelante!! yo te ayudaré a conocerle más y más, y cómo no, también escribir ese libro que quieres escribir. Así me sentiré cada vez, más orgulloso y más unido a tí.

El poema dice así:

“La princesa y su amado”

Yo era una princesa
tan bella como un clavel;
yo amaba a mi amado,
mi amado era él.

Yo ardía en deseos,
yo sólo quería saber;
preguntaba y preguntaba,
quién vivía en el palacio aquél.

Linda, linda eres tú; linda, linda como la luz;
tus ojos me iluminan como los rayos del sol,
y hablas tan dulce como un ruiseñor.

Yo miraba a mi príncipe,
tan bello como el Sol,
y él siempre me decía
que yo era su gran amor.

Yo le preguntaba quién era su amor,
y él me contestaba que su amor era yo;
y me puse a cantar, y me puse a bailar,
pues era el día de la felicidad.

Linda, linda eres tú; linda, linda como la luz;
tus ojos me iluminan como los rayos del sol,
y hablas tan dulce como un ruiseñor.
-Poema de Felicidad Castillo (8 años)-


Felicidad, hija mía, sabes que te quiero mucho, estoy orgulloso de tí. Que Dios te bendiga.
Un beso muy fuerte; TU PADRE.


miércoles, 14 de enero de 2009

Año Nuevo, Vida Nueva

Y nunca mejor dicho, VIDA NUEVA.

El primer día del año Dios nos vuelve a dar la vida, y este año, de un modo muy especial: de nuevo me hará sentir la alegría de ser padre.

Mi esposa, siempre fiel, siempre valiente y, cómo no, siempre bellísima, vuelve a obsequiarme con otro trocito de su valioso e incansable ser. Mis hijos vuelven a aplaudir de forma incesante y buscan nombres para su nuevo hermano.

Gracias Señor por la vida. Hoy vuelves a entrar un poco más en nuestro hogar para hacernos sentir vivos. Gracias Señor por todos estos años que me estás regalando. Gracias Señor porque eso es lo que eres, mi Señor.

Hoy comienza esta nueva experiencia

Queridos amigos lectores,



Bienvenidos a mi nuevo espacio.



Desde aquí pretendo plasmar emociones, evocar recuerdos, expresar no pocas inquietudes y, porqué no, también recoger vuestras valiosas colaboraciones.



Gracias a todos por vuestras visitas.