Durante los años que pudimos disfrutar de tu presencia física nos enseñaste a reir, a amar, a perdonar, a escuchar, a ser pacientes en el sufrimiento, a...., en fin, todas esas cosas que sólo las personas buenas sabéis hacer.
Querido Emilio, hoy mi corazón está triste porque no puedo tocarte, ni olerte, ni oirte. Mas mi alma está feliz porque sabe que estás donde debéis estar los buenos, los santos, los de noble corazón.
Queda en nuestros corazones tu recuerdo, tus bromas, tus a veces malos humores, tu sabia terquedad, tu gratitud hacia todas las pequeñas cosas... nos quedan tu querida esposa y tus hijas.
Mi querido Emilio, siempre estarás con nosotros.
-Dedicado a Emilio Núñez Padilla
que pasó al Padre el pasado
viernes 20 de agosto de 2010
tras luchar denodadamente contra una
larga enfermedad y tras haber sufrido
la pérdida de su hijo Emilio.
Descanse en Paz-
1 comentario:
Miguel Ángel desde Asturias.
Paz y bien para tí y tu familia.
Toda experiencia de Dios, no cabe duda que ha de pasar por el ser humano, y si esta está en consonacia con la de Cristo, como la vuestra, la riqueza espiritual que nos trsmitís son como vasos comunicantes que nos enriquecen y, a la vez, nos estimulan a seguir amando más a Jesús.
Gracias por lo que significa estar en la vanguardia de la fe en tiempos tan difíciles como los nuestros, donde el pragmatismo y la increencia van de la mano y, parec, pero no es así, quieren ganarnos la batalla.
Un beso a Visi y los niños. Que Dios os bendiga y quedamos unidos en la oración.
Vuestro amigo y sacerdote en Cristo Jesús.
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