Eso es lo que se me viene a la cabeza cuando ves a alguien que te dice "me alegro de verte", o bien otras cosas como "pero qué bien te veo", e incluso atrevimientos como "cada día te ves más joven", y cosas por el estilo.
Los árabes a estas cosas las llaman algo así como "Calaf". Dicen que, cuando expresas algo que realmente no sientes o bien, cuando aseguras que harás una visita que jamás realizarás, o cuando llamarás a alguien para quedar y sabes de sobra que nunca lo harás, eso es "Calaf".
Sirvan varios ejemplos:
- ¡A ver si nos vemos un díita de éstos! (Calaf, porque lo propio es quedar directamente y no dejar que la opción se pierda en el limbo de lo inalcanzable).
- ¡Espero que me llames cuando vengas por mi ciudad! (Calaf, porque no se suele da ni el número de teléfono ni tampoco la dirección).
- ¡Ay que ver que hay veces que me acuerdo de tí! (Calaf, porque cuando uno se acuerda de alguien, lo propio es llamarle o visitarle directamente).
Pues bien, Fariseísmo, Hipocresía, Calaf... o lo que queramos que sea como se llame esta absurda cosa, eso mismo es lo que llevo todo el día viendo delante de mis narices.¡Qué repugnancia y qué pocas ganas de seguir el juego!
Y parece que, cuando no sigues el juego, es porque eres (según te tachan) un auténtico borde, un tipo muy maleducado, un señor sin diplomacia y no sé qué otras absurdas cosas más.
Y nos pasamos la vida utilizando cosas como la educación, las sonrisas forzadas y la diplomacia para ocultar las no pocas veces crudas verdades y realidades de lo que ciertamente pensamos o sentimos.
Pues nada, como se decía en una vieja canción, "entre esos tipos y yo hay algo personal" (los que os acercáis a mi edad sabéis bien, supongo, de quién es la canción).
En fin, queridísimos amigos y lectores. Debo ser un tipo bastante poco diplomático y con bastante mal carácter pero, lo lamento enormemente, no puedo soportar las actitudes farisaicas (o hipócritas, o "calaf", o como queráis llamarlas).
1 comentario:
Las frases hechas son pedazos de nosotros mismos que dejamos ver cuando en realidad no queremos hacer algo, es como el mirar a otro lado ante las injusticias o como encogernos de hombros ante cualquier situación y no hacer nada por cambiarlas.
El fariseismo, debe ser desterrado hacia lugares del olvido para que la honestidad y la verdad triunfen y, de esta forma podremos tener un poquito más cerca aquello que llamamos VERDAD.
Seamos ANTIFARISEOS y prediquemos con el ejemplo.
Sepamos decir no a lo que no queremos hacer y saber estar con los amigos a los que queremos ver, llamar a los que queremos oir, y visitar a los que queremos reencontrar en cada momento de nuestra vida. De esta forma se consigue incluso sentirse bien con uno mismo, que en el fondo es de lo que se trata. "AMA AL PRÓJIMO COMO A TÍ MISMO"
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